Con "Doña Agustina" -como denomino familiarmente a la angustia que me acompaña noche y día- apretándome la boca del estomago, sin dejarme casi pensar y recordando lejanos aquello días en los que descubrí en el horizonte "mi Bahía de Cádiz" con las playas de mi vida al fondo, cuando llegaba a mi pueblo después de casi treinta años añorándolo hasta la médula, a bordo de aquel barco bendito llorando de alegría a pesar de la ausencia de María, mi hija, te escribo este que puede sea mi último mensaje en este hasta ahora cajón de desahogo", antes de quién sabe qué.
Y conste que no pretendo rendirme, que ya llegar hasta donde estoy me ha costado mucho -y no me refiero a lo material- dejando en el camino a mi compañero, D. Pipo, la integridad de "La Puchera" aún sufriendo "por tanto tute", la imagen de "lo que queda de mi madre", la pena por la rendición de mi padre y... para acortar la cosa -que se me sale la humedad por los ojos- lo dejaré en que todo cuanto este viaje de regreso ha supuesto, está a punto de irse al traste y, para evitar "gastos superfluos", voy a anular algunos "lujos" como esto de la conexión a Internet, después de recortar donde ya no me queda ni pelo... valga la comparación.
Insisto que no me rindo, que igual será verdad acabar debajo de ese puente que espero me permita cruzar a la tranquilidad de saberme a salvo en mi pueblo, donde solo pretendo vivir, sin más ni menos, seguro de cuanto hice para llegar hasta aquí y sin otro arrepentimiento ni culpa que saber a mi hija a mi lado... doliendo cuanto se le falta por mucho que ella reniegue de tanto en medio de nada. Aún no me rindo y haré lo imposible para aguantar -igual ahora podría remediar a la protagonista de "Lo que el viento se llevo" perjurando, rodilla en tierra, que jamás pasaría por cuanto había pasado, pero no recuerdo el texto... que cosas- hasta quién sabe cuando.
Prefiero morir entre las calles de pueblo que vivir con el corazón roto lejos de sus calles, de mis gentes -dramático, pero cierto-, lejos cuanto vine buscando, de la figura de mi madre y su memoria, de la mirada de mi padre y el valor de su sonrisa antes de dejar caer una lágrima, de la mujer que quiero y siempre he querido haciendo real una figura platónica, lejos de tantos sueños tan soñados durante tantos años...
Esto se "me está yendo de madre" y la garganta me palpita como si no pudiere taponar ni uno mas de mis gritos ahogados... Ansina que, antes de perderme de nuevo aguantando la rabia, simplemente espero que pronto pueda volver a acariciar tu sonrisa con estas mis cosas... si Dios y "La Milagros" así lo Quieren! -ahora te toca decir, Amén, que dicho sea de paso, te cuento que viene a significar al así como, "Así Sea"-
1 comentario:
Por si acaso, desearte ánimo en tu camino!. Habrá cambios que espero te hagan regresar a este tu rinconcito en breve.
Espero volver a verte pronto por aquí.
Bstos. desde los madriles.
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