La verdad es que no lo entiendo... La verdad es que solo siento y no me gusta seguir sintiendo el dolor que sigo sintiendo... Esa sensación de ahogo, esta lucha constante por no romper a llorar, por no expresar cuanto siento... Que clase de locura es esta, falta de toda razón, falta de toda lógica, falta de... Falta de el!! Ahora, justo ahora, mientras peleo con el teclado por hacerle eco de cuanto no se explicar, acabo de descubrir que, a pesar de llevar casi tres meses en este nuevo “hogar”, aún me restan cajas por deshacer, paquetes por rebuscar y, hasta ahora mismo no sabía que me impedía acabar con tanto contenedor de cartón.
¡Tengo miedo a encontrar alguna de sus cosas, encontrarme con algo suyo, con alguno de sus juguetes, con alguna de sus pelusas, con cualquier olor que me retraiga a el!
Cuatro meses, casi, después de su muerte, un día cualquiera en cualquier momento por cualquier causa y sin razón alguna, su recuerdo me asalta y, una vez mas, solo aquel único y ultimo momento, el de su último latido, me vuelve a ahogar, anudando mi garganta, ahogándome de tanto grito callado, doliéndome de tanto dolor simulado, oculto hasta, quizás, el próximo asalto de su recuerdo.
¡¡Cuánto te echo de menos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te decía que...