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24.4.08

Querido diario

Esta misma tarde, mientras reposaba el café y recolocaba algunas cosas rebuscadas en el “tiestero”, tropecé con una fotografía de esas olvidadas que parecen escondidas, agazapadas para, cuando menos lo espero, reaparecer como un billete para regresar a un pasado, tan pasado, que casi ni me reconozco a primera vista. Después de la lógica pregunta...¿Y esto, que es...quién es? Observando cada micra del papel antiguo, superado el “susto”, ya reconocido el niño, el entorno, los personajes, antes de perderme entre recuerdos olvidados, con aquellas típicas poses de estudio de pueblo, yo al menos, prefiero dejarla entre los mismos papeles donde estaba perdida.

Mas tarde, “mientras viajaba desde la pantalla del ordenata”, tropecé con algunas otras tantas imágenes de otros tantos momentos de algunos pasados de otros, de otros niños, de otras vidas. “Y esa gente, no solo guarda esas fotografías... Además las cuelgan en la red para que.... No lo entiendo”. Pensaba mientras reía por los parecidos, las escenas, los recortes artísticos de los bordes de aquellas fotografías “de estudio de pueblo”, los repeinados y las caras de algunos de aquellos niños, como la mía.

... Que, a pesar de ser consciente de las pocas, en realidad muy pocas, fotografías que guardo –no creo que lleguen a las 30- me he propuesto contarte cuanto recuerde de mi mismo, igual me sirve para reencontrarme, incluyendo todos mis “yos”–el niño, el jovencillo, el paguato, etc...- pero a través de esas pocas fotografías que se tengo por algún lado o, incluso, las que pueda ir recuperando. -Por cierto, May, si lees esto y sabes donde pueden estar algunas esas “fotos”, porfa, un correito-...

Esto puede llegar a ser muy divertido y procuraré no enrollarme demasiado, palabra!...sobre todo por aquel dicho; “mas vale una imagen que mil palabras”...¿No? Ahora te dejo mientras meto al niño aquel en el ordenata, escaneado.

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