Sin palabras, letrerias

Hoy, esta misma noche, hace escasamente unos minutos hemos vuelto a hablar. Hemos mantenido una de estas nuestras conversaciones extensas que solo el reloj es capaz de frenar, tendiendo en cuenta que en pocas horas tendrás que madrugar, despertar a tus dos soles, preparar desayunos, acompañarlas al colegio y, por fin, aunque pueda parecer más agobiante y seguro será un descanso, ponerte a frente de tu puesto allí donde trabajas.

Pero lo que esta noche, después de tanto y cuanto hemos hablado y como siempre reído, lo que ahora mas me sigue dando vueltas en la cabeza es que al decirte “Te Quiero”, me ha sabido a poco, a escaso, a simple, hasta comentarlo contigo y pensar que debían “inventar” alguna nueva palabreja que sea capaz de hacer sentir, de llenar de vida, de sentimiento el mismo sentido de la que hasta ahora decíamos. Pero tampoco sea esa mi excusa y asumiré mis propias divagaciones hasta ser capaz de, con una simple palabra, hacerte saber e incluso sentir este mismo sentimiento que ya no reconozco con este simple “Te Quiero”...

Hasta ese momento, que estoy seguro surgirá en el próximo latido acompañado de tu recuerdo, en la siguiente sonrisa recordando la última vez que estuvimos juntos hace escasamente unos minutos o con la inevitable, casi insoportable necesidad de estar juntos de nuevo. Por ahora valga ese simple y mal tratado “Te Quiero” con todo el amor con el que soy capaz de querer...

Joder, me sigue sabiendo a poco...