Sin mas ideas, sin soluciones

Siempre me he considerado una persona con imaginación, capaz de dar soluciones imaginativas a problemas comunes y no tanto. Creativo e inteligente, son experiencia y capaz de ponerme en el lugar del otro para buscar esa solución efectiva, eficaz, económica. Durante años he sido capaz de sacar adelante proyectos propios y ajenos, creando desde el inicio hasta el final cualquiera de los escenarios posibles, analizando desde el principio hasta el final cada paso o tramite necesario, sin dejar al azar otra que no fuera el clima. Era, y digo era, capaz, con la imaginación, tomando nota de incidencias o dudas que iban surgiendo "durante mi paseo" imaginario, dando los primeros pasos que luego, ya hecho realidad, darían o se tendrían que dar hasta lograr el objetivo final, la meta, en cualquiera de las cuestiones que se planteaban. He sido capaz de diseñar, desde escenarios, tendiendo en cuenta siempre las últimas tecnologías e innovando, hasta aforos y entornos en eventos de todo tipo, teniendo en cuenta desde las necesidades básicas hasta la última de las mas extrañas incidencias que se nos podrían presentar, accesos para asistentes o participantes, salidas de emergencias, personal de apoyo, ubicación de emergencias sanitarias, propaganda y publicidad y, en definitiva, todo cuanto la imaginación hacía factible.

He lidiado, con perdón, con profesionales y empresas temerosas de asumir "esas aventuras" por lo novedosa o excesivamente "nueva", hasta lograr coser el mejor de los trajes entre sus medios y las exigencias de la organización a la que representaba. He sido capaz de montar un escenario sin tan siquiera tarima y hacer prevalecer la imagen corporativa a pesar de carecer de medios impresos ni tan siquiera un mínimo presupuesto, yendo de un rincón a otro de Gran Canaria, acarreando cuanto era necesario para, con el evento previsto, homenajear y agradecer a los asistentes, simpatizantes o afiliados, lo mejor de lo que eramos capaces de ofrecerles... Y siempre, con un gran equipo de entusiastas amig@s y cmpañer@s que eramos capaces de subirnos a una escalera hasta tomar la escoba o pasar la fregona. Lo principal era lograr el objetivo, con imaginación y casi sin medios.

De todo lo expuesto, pongo por testigo y lo certifican a las muchas felicitaciones y reconocimientos recibidos en todos esos momentos, ya desde "la cúpula" de la organización, ya desde los mismos participantes, con mas valor para mi éstas por cuanto sinceras en sus formas. Que nada mejor que una palabra de ánimo, un apretón de manos con la sintonía de un sincero felicidades y gracias...

Y todo esto, o que arriba te cuento, no es mas que para retroalimentar mi propia estima, darme ánimos e intentar seguir rebuscando soluciones ante los desafíos que ahora, en solitario, con la pena y la vergüenza por María, mi hija, me están tocando lidiar, sin mas ideas, sin nuevas soluciones, con la soledad, el miedo y la frustración "como equipo de trabajo" y ya solo dependiendo de "un milagro" o una mano amiga que sea capaz de abrir las persianas y despertarme de esta pesadilla. No puedes imaginar lo que daría por esas chácharas de primera hora, -coñas, bromas y chascarrillos incluidos en torno "a la cafetera"...- repasando los pasos ya dados, estudiando los pasos pendientes y valorando la situación con el único propósito de lograr la meta fijada.

En este caso, mi única meta, es lograr permanecer en mi pueblo, en mi Puerto, con mi hija, juntos como hasta ahora y con techo sobre nuestras cabezas. Algo tan simple y que está resultando del todo un desafío en medio de una enorme pesadilla tras tantos años desempleado, que no parado, con mas años de los que quisiera sumar -en vista de las respuestas ante mis solicitudes de trabajo- y solo disponiendo del apoyo de algunas gentes que, desde una lejanía muy lejana o el roce diario, ni siquiera saben de cuanto realmente estamos pasando en esta maldita pesadilla... que mas parece una prueba con la que comprobar cuanto deseamos realmente seguir adelante con nuestro objetivo, nuestro sueño y lograrlo...

En varios de estos mensajes, que ya se e antojan cansinos y repetitivos comienzo diciendo, cuento, digo sentencio el cansancio, la pena, la frustración y la rabia que me sacuden un día mas otro, mas el siguiente... y, ya puedo asegurarte, a pesar de todo, que con el final cercano, ninguna idea mas se me ocurre con la que dar solución a nuestra situación, tropezando una y otra vez, levantándonos tras cada nueva caída y sin dejar de animarnos mientras forzamos una mueca, como sonrisa...

Lo que daría por una solución!

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