Escucha trucha! Que digo yo, mejor, afirmo, no hay nada mejor que poder hacer lo que uno realmente desea hacer y, además, disfrutar con ello. Bien sea salir a pasear, de “juergueteo”, de “cacería” o, simplemente, quedarte en casa embutido en el sillón de marras sin mover otro músculo que no sea el necesario para evitar el mayor esfuerzo.
Pues así estoy ahora mismo y, te lo puedo asegurar, mas a gusto que un arbusto, con una copa de buen vino en una mano, una fuente de langostinos sobre la mesa y todos los complementos necesarios para acompañar estas exquisiteces. Pan de molde, paté, crema de queso, mayonesa y unas deliciosas salchichas frescas recién salidas de la sartén, aún humeantes, mezclando su aroma con cuantas viandas surten esta noche. (D. Pipo, a este paso, acabará bailando claque a dos patas con tal de conseguir probar algo)
Ahora elevo mi copa y brindo por ti, esperando puedas, cuando menos, disfrutar de una velada tan “rica” como la que yo estoy a punto de iniciar. ¡A tu salud!
PD: Conste que toda esta “riqueza culinaria” no es mas que mi propósito de vaciar la despensa, estantes y nevera antes de partir, motivo de tanto despilfarro, a pesar de no gastarme ni un céntimo. Joder que todavía me quedan más de quince botellas de vino y otras tantas latas de paté, además de no se cuantas estanterías pendientes de revisar.
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