No hace aún una semana, creo, comentaba “nuestro paso por este mundo o cualquier otro, “no es mas que cuestión de tiempo” y ni casualidades, ni destino ni la madre que nos parió...” y esta misma mañana, al llegar a la nave industrial donde realizamos el curso de Soldador, los compañeros de mi curso, casi en pandilla, se dirigieron donde aparcaba la moto para darme la noticia. “Jesús, el Gaditano, el currante, cachondo y callao, había fallecido”.
¡Joder vaya mazazo!... a jornada anterior comentamos lo extraño de sus faltas, ya casi una semana, y cada final de estas, resaltaba el espacio vació de su firma y, sin noticias... D. Pedro, nuestro Maestro y monitor, comentó que el miércoles pasado recibió la llamada del mismo Jesús informándole que pronto se incorporaría y presentaría los justificantes de las faltas...
Sin ánimo ni ganas de entrar en mas detalle, un hombre de 36 años, ha fallecido y, a pesar del poco tiempo pasado juntos, guardaré un grato recuerdo de el “sus cosas” y lamentaré no haber podido aprender sus trucos de la pesca, como habíamos acordado, “sine die”. En una de estas letrerías mías, de fecha 6 de diciembre pasado, te contaba alguna de esas, sus cosas.
Hasta siempre, D. Jesús!!
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