Por aquello de visitar los blogs de otros tantos bloqueros que bloguean por este mar de blog´s -vaya tela- no puedo evitar, siempre que visito el de mi amiga Zurcamis, quedarme con la canción que refiere en uno de sus “post” “a menudo los hijos se nos parecen?” y siempre acabo rebuscando hasta oír la canción de JMSerrat, “Esos Locos bajitos”, para acabar cerrando los ojos para recordar desde el primer contacto de mi hija, María, desde su llegada a este mundo al día de hoy.
Sus primeros pasos, sus comidas sobre el trono al pleno sol del medio día, sus primeros pasos, los días de jardín, playa, guardería y cole, juegos, enfados, llantos, risas, miradas, palabras, gestos, sueños, abrazos, besos... Espero que María, mi hija, no se parezca a mi, ni cometa mis errores, ni repita algunos de mis pasos, ni tenga referencia ni viva otra vida que la que ella misma quiera vivir. Espero que María, viva su propia vida con la ilusión de toda una vida por delante llena de tanta vida, de tantas vidas como ella misma desee vivir.
En todo caso, ella sabe que cuenta con mi apoyo, con mi ayuda, con mi amor incondicional, para cuanto necesite, para cuanto pueda necesitar... Y a mi, como a ti ahora o quizás en el futuro, siempre me quedará ese puñado de recuerdos entre lágrimas, risas y alegrías, conscientes de haber hecho lo mejor posible, por esa parte de nosotros, siempre en ellos, como de nuestros padres en nosotros... De todas formas y si hay suerte, siempre nos quedará la maravillosa opción de jugar con nuestros nietos!
¡Joderrrr!
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