Sakbó lo que se enseñaba

Lamento esa extraña tipología del título -sakabo=se acabo, por si akso- pero solo intento de una forma simpática iniciar esta última redacción del año en curso y contarte que hace pocos escasos minutos regresamos, Mariajo y yo, de Alcalá de los Gazules, después de "cerrar el curso" con los compañeros y D. Pedro Bernal, Maestro, Profesor y Monitor, tras cumplir con los trámites oportunos, encuestas, buenos deseos, etc... -Además de tener que sufrir, una vez mas, los malos modos, "ladridos" y complejos del Patenero y su, sin quererlo, cuadrilla".

Finalizado este curso, aprobado por conceptos y teorías, homologado en T.I.G. y G-3 con electrodo, una vez mas espero, esta vez con mas ganas, poder cumplir la última etapa logrando un humilde empleo de soldador con el que permitirme ingresar lo necesario para vivir bien y vivirlo en mi pueblo, en mi tierra, en mi casa, con mi gente. Finalizados los traslados mañaneros, saliendo de casa cuando las calles estaban aún sin desplegar, sintiéndome si cabe mas vivo, ahora que lo pienso, casi lo echaré de menos -es broma- al igual que esos momentos de camaradería, risas, coñas y "confesiones" entre las buenas gentes que he tenido el placer y el gran honor de conocer. Ella, Mariajo, ha tenido la deferencia de acompañarme y compartir este buen momento, de los pocos buenos, desde esta mañana a las 08,00H, con "viaje incluido" para, según me decía, conocer a estos de los que tanto le he contado, ese espacio diminuto de trabajo y comprobar personalmente -aunque no ha sido posible- esas maravillosas estampas, postales naturales, de las que he disfrutado hasta extasiarme.

Para no cansarte, que el día, la fecha y la hora no está para mucha chachara, solo me resta desearte una muy feliz noche -ya sabes, la última de este año- y na mejor entrada en el nuevo rosario de meses, que te deseo te resulte repleto de todo cuanto deseas. ¡Feliz Año Nuevo!

PD: Si me tienes que mandar ese mensaje típico que ya no sabes a quién mas enviar, aprovecha estas pocas horas hasta la cena que, para evitar sustos, solo miraré para atender cuanto de la familia proceda, con su todo especial.