Trabajo, si, trabajo...

He recibido un mensaje cuando menos "curioso", remitido por "un amigo anónimo" en el que, poco mas o menos, me reprocha "el haberme rendido y aceptado un trabajo de peón en una obra ..., limpiando, recogiendo desechos, trabajando como una mula...", "no entiendo porqué no ofreces todo cuanto puedes, sabes y eres capaz de dar, compartiendo experiencia y "saber hacer" como has hecho durante muchos años allí donde trabajabas, dando el 200%, cuando además disfrutabas, o eso decías, de cuanto hacías enseñando y aprendiendo, siempre rodeado de gentes con ganas de trabajar y dispuestos a dar el callo por la organización, por el equipo y por ti..." "Que si el problema era el dinero, haber pedido ayuda, sabiendo que todos estamos a tu disposición para cuanto necesites, por tu hija y por ti después de tantos años..." A partir de esta última línea y ante la desazón y "empute" que me he pillado prefiero obviar el resto del mensaje, que reconozco, me ha hecho llorar como hacía tiempo no lloraba, de rabia e impotencia.

Este "amigo anónimo", que sin embargo dispone de mi dirección mas personal me ha hecho recapacitar y recordar muchos de los malos y los peores momentos que he pasado desde que regresé a mi pueblo, desde el mismo momento que el aire de mi tierra refrescó mis días acompañado de la mujer que siempre he querido, de mi compañero "D. Pipo", "La Puchera" y la pobre furgona cargada de tantos años, con tantos trastos y tiestos. De mi llegada y el reencuentro con mi Padre, que a pesar de su estado, aún hoy es capaz de esbozar una sonrisa y encenderme la mirada con sus cosas. De la pena por mi Madre y el dolor de haberla perdido aún en vida y, como no, cargando con la pena de saber a María, mi hija, lejos de mi... Me ha recordado también los últimos años y pocos meses en Las Palmas de Gran Canaria, trabajando como trabajaba en un puesto "seudo político", cómodo, bien pagado a pesar de las horas y, sobre todo, trabajando con funcionarios que si amaban su trabajo y otros, que enganchados a ellos mismos mientras se escondían entre siglas de otros partidos políticos, con los que esperaban "ganar todo el poder que ellos fueran capaces de ganar, siempre para su beneficio personal, para su provecho y el beneficio de todos cuantos fuesen capaces de pagar sus favores, bajo la premisa del "todo tiene un precio. Tiempos sombríos a pesar de todo y, seguro, ahora, aún peores, cuando estos últimos han logrado su pequeña parcela de poder que, sinceramente por el bien de aquellas gentes, espero cambie.

Aquellos días en los que trabajaba en lo que me gustaba, cierto, rodeado de buenas gentes tan currantes como yo mismo, Doña Carmen (que seguro Dios tiene en su gloria), "Toñy", Sonia, "Chari" y otros tantos que, sin cobrar por su trabajo, dejaron el alma y mas de media vida en aquellas horas interminables de trabajo sin esperar mas reconocimiento que el mismo fruto de su trabajo para mejorar todo cuanto entonce nos rodeaba y sabíamos se podía mejorar desde los ayuntamientos, cabildos, el mismo gobierno regional y, por supuesto, trabajando desde dentro de nuestra organización para humanizarla y racionalizarla acercándola a los ciudadanos en general, obligando a los afiliados a participarla y cambiando cuanto sabíamos no funcionaba, ya fueran presidentes o empujando los cambios desde nuestro trabajo como ejemplo. Aquellas campañas intensas con pocos logros y otras tantas, las mas, con grandes victorias.

Pero para no extenderme demasiado, sin reproches, amarguras o resentimiento alguno, te lo prometo, "querido anónimo", me has hecho llorar porque, si bien es cierto que este trabajo que por fin he logrado no te pueda parecer apto para mi, ahora y gracias a el, mi hija y yo podemos comer, dormir e incluso comprar unas bolsas de pipas para compartirlas después del bocata de la cena, antes de retirarnos a descansar, convirtiendo lo mas simple en una rutina maravillosa que, ahora, gracias a mi trabajo, soñar en días mejores... Saboreando los pequeños momentos, nuestras sopas y, lo mejor, compartiendo cuanto podemos y cuanto soñamos, seguros en lograr mejorar y lograr esos sueños, olvidando los ya pasados, las pesadillas y las noches en las que el mismo hambre, el miedo por mi hija o perderle, no me dejaban dormir a pesar del cansancio después de, en muchos casos, pasarme las noches recorriendo lo que ni sabía existía a esa horas en busca de cualquier trabajo, mientras procuraba que María, mi hija, ni mi Padre, ni "Maríajo" y otros muchos, supiesen de mis idas y venidas, dispuesto a hacer lo que fuera, y digo, lo que fuera necesario... Hasta llegar a remitiros a los que me ofrecieron ese "lo que hiciera falta" que tu me cuentas, un escrito suplicando ayuda con la garantía de la devolución de cuanto me hicieran el favor de prestarme para lograr sacar adelante mi vida, con mi hija, con mi gente, en mi pueblo y trabajando... sin que tan siquiera tuvieran, tuviereis, la vergüenza o el detalle de responderme en termino alguno o contactar conmigo para nada de nada, después de tantos años y tanto pasado...y de casi treinta correos remitidos, solo tres personas me respondieron con su ayuda que jamas podré agradecer lo suficiente.

Por lo demás, ahora y aunque sea por tres meses, cuatro o los que pueda trabajar, lo que gano lo gano gracias mi trabajo, sin trampa ni cartón, sabiendo que mejoraré y la seguridad en mi mismo recuperada al 100% y , te lo juro, en mi tierra, entre mis gentes y junto a los que mas quiero.

Espero lo entiendas y te ofrezco mi casa, mi tierra y mi pueblo para que puedas, para que podamos, disfrutar de cualquier fin de semana, Feria o, simplemente, una buena copa de fino... aunque la botella la tendrás que traer tu (que todavía la cosa está floja), sin resentimientos y la seguridad de que siempre me tendrás a tu disposición para cuanto puedas necesitar. Un amigo, "tu amigo", siempre!