En estas últimas semanas e aprendido a disfrutar de las primeras horas del día jugando al escondite con las últimas sombras de la noche, en compañía de las voces amigas y cercanas gracias a la radio en el mismo dial de siempre. Y tras un desayuno de compromiso, pocas cosas resultan más placenteras que un buen paseo por cualquier playa a primera hora del día, acompañando al sol en su despertar, mientras descubres a cada paso una nueva huella olvidada por las olas o jugar con las miradas de cuantos te cruzas en ese camino de ida y vuelta inventando una vida para cada uno de ellos mientras les sorprendes con una sonrisa y un saludo a modo de “Buenos días” que muchos no aciertan a responder más por el susto que por la misma sorpresa.
Pasito a paso cada día invento un nuevo camino siguiendo mi sombra a la ida y pisando otras sombras, de regreso. Y cada nuevo camino, lo camino pasito a paso sin perder el ritmo del caminar descubriendo cada nuevo detalle en el entorno de siempre. Las huellas de la gaviota, el rastro olvidado de los bañistas de ayer, los restos que la mar escupe a la misma orilla o descubriendo la obra caprichosa a golpe de olas cambiando las formas de la misma playa.
Y ya con el sol despierto regreso pasito a paso dejando tras de mi ese mismo camino de ayer para volver a descubrirlo mañana.
1 comentario:
Tras leer estos tuyos nuevos pensamientos no he podido por mas que volver a releer lo que yo misma escribí ayer...y pensaba publicar en mi blog junto con una imagen que todavía espera. Curiosa coincidencia ¿¿no??
He aquí mi escrito:
"De vuelta de vacaciones respiro profundamente, he tenido tiempo para no pensar?si? no pensar, meditar, mantener mi mente en blanco, desconectar. Me han sentado bien esas vistas al horizonte azul y tranquilo, sobre todo esas puestas de sol ensimismada mirando sin ver, abiertos mis sentidos a cualquier sensación externa. Caminar viendo mis huellas desaparecer en la arena, escuchar el rumor de las olas, mirar fijamente como las gaviotas juegan a lo lejos, flotar en la inmensidad con los ojos cerrados, sentirme acariciada por el viento, ver y escuchar a mis hijos reir. Pequeños instantes que me hacen sentir bien, recobrar energía.
Los malos pensamientos que podemos llevar dentro no los quiero, ya los dejé lejos. Sólo quiero contagiarme de locuras, sentir por los cuatro costados. No pensar. Sentir.
Respiro profundamente. Estoy feliz."
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