...Ahora tanta basura!!

Aún hoy, mientras ordeno y reordeno sigo encontrando pruebas de un pasado que creí olvidado. Fotografías, papeles sin sentido, listas absurdas, documentos de trabajo, bisutería barata, ropa interior y “mensajes de amol” prueba de la locura y sin sentido de tanto pasado dejado atrás. Trozos de una historia que acabo tan mal como comenzó, entre mentiras, engaños y prisas por salir de no se donde para entrar en su mundo artificial, donde todo tenía que tener el color de su paleta, “el sabor de su paladar” y el sentido de su locura. Todos estos restos de su naufragio y todos cuantos seguro seguiré encontrando, dejados atrás en su huida, van engrosando la que hemos llamado “la bolsa de la locura”, para acabar en cualquier contenedor de basura y, quien sabe, reventada por algún mendigo en busca de pruebas con las que prefabricar sus propios recuerdos o sea capaz de aprovechar y apreciar todo cuanto ahora despreciamos como legado de un desconocido.