Diario de un Insomne (1) | ParidasMentales Diario de un Insomne (1): ParidasMentales ParidasMentales: Diario de un Insomne (1)

8.11.06

Diario de un Insomne (1)

Lo cierto es que mientras estaba en la ducha he recordado que llevo más de dos semana sin pegar ojo y, aunque reconozco que no es el mejor sitio ni momento mas oportuno, la sensación de estar un tanto ausente de mi propio entorno o no ser capaz de afirmar con rotundidad si algunos recuerdos son reales o producto de mi propia imaginación, me ha asustado hasta punto tal que he comenzado a relacionar ideas con recuerdos, sueños o simple imaginación y en tres de tres no he sabido cual es cual, trayendo retazos de algunos momentos que intentaba relacionar con otros sin haber sacado nada en limpio. Bueno si, mi cuerpo de la ducha.

Supongo que comienzo a sentir los primeros síntomas del cansancio, ya no tanto físico, palpable en algunas caídas de parpados o, si acaso, alguna que otra perdida de control de manos y piernas cuando intento conciliar el mismo sueño que ahora me tortura con su ausencia. Lo peor son estas lagunas o vacíos por los que no soy capaz de conectar realidad o imaginación, llegando, como decía antes, a rebuscar entre la maraña de recuerdos cualquier pista que demuestre su naturaleza, un color, una forma, un olor, un sonido o el mismo movimiento de mi entorno. Igual es todo mucho mas simple y se trata todo de los primeros atisbos de locura o mas simple aún, los consabidos efectos secundarios de los tres paquetes diarios de tabaco que he llegado a consumir en estos últimos meses.

Sea lo que fuere y, dado que no me quiero comer más el coco, valga esta nota anexa al “diario de un insomne” que decidido comenzar a escribir en este mismo blog con la única intención de que al menos me sirva, si llegase el momento, de memoria auxiliar y saber reconocerme frente al espejo. Hoy por ejemplo, creo, he notado un nuevo pliegue en mi cara que remarca aún mas unas ojeras incipientes, algo más de canas y algo menos de vista, debiendo afeitarme con las gafas puestas para evitar cortarme la nariz. Lo peor de este remedio es tener que acordarme de limpiar las patillas de las gafas de la crema de afeitar, pero precio bajo por un buen rasurado.

Estoy seguro, creo, que al final todo se deberá al cambio de horario, los problemas personales y las insatisfacciones laborales. Cosas todas con solución, seguro.

Jodido Morfeo!!

No hay comentarios: