Ya despierto

Aunque no tan descansado todavía algo tocado por esta medio siesta tan accidentada. Me explico.

Deduzco que aquí D. Pipo se ha pasado parte de su sueño correteando libre, por campos verdes e incluso quien sabe si persiguiendo bandadas de palomas o quizás a alguna perrita maciza con la que ladrar un rato. Y digo ladrar porque aún ni siquiera levanta la pata para hacer pis y, según una veterinaria amiga, esto es señal de su falta de madurez y prueba de su juventud. (De la que nos hemos librado los hombres después de todo)

Pues a lo que iba. Que mi camarada y ahora también compañero de sesteo, tras subirse al sillón y colocarse a mi banda, se ha pasado todo el tiempo demostrando sus carreras a base de “patadas” en mi espalda y costado además de ruidos, medio ladridos y otros tantos sonidos propios de sus correrías oníricas. Al final no he podido soportarlo más, dejándolo adueñarse del sillón y, aunque parezca mentira, aún sigue en ese su sueño.

Solo espero a que se despierte y festejar la experiencia con una larga caminata por los alrededores, aprovechando para tomar el aire y el, supongo, olisquear y dejar pruebas de su paso y paseo. Creo que acaba de abrir un ojo... O no...