Ahora una duda

D. Pipo y yo nos hemos pasado toda la jornada tumbados frente a la tele, moviéndonos solo para cambiar de postura e incluso para cumplir con las necesidades fisiológicas mínimas , eso si, haciendo un gran esfuerzo hasta lograr reactivar todas las articulaciones. Digamos que nos hemos sometido a una sesión de relax, castigando las neuronas, con un “tele-castigo” hasta casi perder la percepción de la realidad.

Ahora mismo, transcurridas casi diez horas desde el inicio de nuestra sesión de “spa-matarse”, he decidido seguir el ejemplo de D. Pipo, ya dormido hace rato, y durante un periodo no inferior al tiempo total hasta que me despierte, apagaré todas las pantallas y elementos que puedan emitir sonido alguno repartidos por esta casa, incluido el ordenata.

Ya os contaré la experiencia... Joder D. Pipo está hasta roncando, el muy jodio!