Hoy me han recordando, amablemente he de reconocer, que estoy faltando a mi cita diaria y comprometida con este “mi cajón de retales” y en mi favor solo se me ocurre “excusarme” por no llegar a controlar el flujo del tiempo y el inexorable paso de las horas por estas mis jornadas. Vamos, que desde que me levanto hasta que me acuesto no me entero de la misa a la media.
Y es, ya dije, una excusa, ya que ando del tingo al tango con mas ruidos a cuesta que el hombre orquesta, entre alarmas, avisos de agenda y notas sonoras del bendito móvil para recordarme que tengo que hacer esto o aquello. Así que cuando por fin llego a mi morada recibiendo las “calidas y desmesuradas muestras de alegría de D. Pipo” hasta este mismo momento –joder ya son las 03,00h- pues que no paro tu.
Lo dicho. Me faltan horas en estas largas jornadas de tanto sol y tanta luz en esta mi tierra, para hacer todo cuanto me gustaría hacer. Por no hablar de esos pocos momentos recorriendo la carretera de Rota a El Puerto y regreso, en los que aprovecho sin perder la atención en la carretera y cuantos animalitos las devoran –este es otro tema- para acordarme de gentes, añorar a mi hija o simplemente dejar volar la imaginación entre los muros de alguna casona de las que salpican mi ruta.
Prometo enmienda y esforzarme. Por cierto “Pipi”, que Te Quiero y aprieta los codos que es poco precio para muchos mañanas juntos!!
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