Hoy hemos disfrutado de una travesía en barco –una maravilla eso de cruzar la bahía desde El Puerto de Sta María a Cádiz 25 minutos- y una excitante jornada por “La Tacita de Plata”, para quién aún no lo sepa sobrenombre con el que se conoce la ciudad de Cádiz, donde por cierto, hemos comprobado lo caro que resulta eso del saber... Joder que casi se cobran hasta por pisar las calles del casco antiguo.
Si bien es cierto que eso de la historia es caro de mantener no es menos cierto que no puedes utilizar esa misma historia, por poco tiempo que dure esto del verano y las visitas externas, para sablear al personal. Luego se quejaran, como algunos por otros pueblos de la provincia, de la poca afluencia de público y el escaso consumo en locales, bares y restaurantes, pero estos mismos descontentos no son capaces de mirar la viga que ciega sus ojos ante los aumentos de precios –que han aumentado el 20% hasta el precio de los “100 montaditos” mientras que, por lo que se, los mantienen igual, los precios digo, en otras comunidades autónomas-.
Por lo demás, esta Tacita de Plata sigue siendo una verdadera joya, quizás un tanto en bruto, pero joya al fin y al cabo. Si alguna vez vienes por estas tierras, entre otras te aconsejo esta visita sin que importen fechas, tiempos o fiestas y sin olvidar la cámara de fotos o de vídeo, por aquello de compartir los demás todo cuanto este Cádiz muestra, enseña e, incluso, esconde delante de nuestras miradas más ávidas de ver que de observar. “Pa esha mushoo rato en ca una de lah calles”...
Si a esto sumamos el especial sentido del humor de los Gaditanos pues pa disfrutar desde el amanecer hasta la última cerveza a la fresquita en cualquier plaza, terraza o callejón. Por ejemplo, hoy nos han explicado que es una “casa palacio”... Je!! Una casa para gentes con poca gracia y “muy lacios” (Casa Pa...lacio =RALE: Flojo, débil, sin vigor... En Caditino= Sin gracia alguna, soso)...
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