...Secretos 1

Que recordaba alguna conversación con algún que otro “machote” seguro de si mismo, aunque no tanto del mundo donde le ha tocado vivir y convivir con otros de la misma especie, que no de la misma naturaleza. En este caso “este espécimen” comentaba de sus dotes para “ligar” con las del sexo contrario, dando pelos y señales de “sus artes de aproximación”, trucos de seducción y otras “técnicas de caza”. Durante su verborrea yo prestaba suma atención haciendo grandes esfuerzos para no partirme de risa, en parte por respeto, en parte por no ahogarme con la bebida, hasta que “El Maestro” finalizara su clase magistral. Una vez finalizada esta y tras oír cuantas chorradas se podían oír, busqué una excusa para salír por patas con la esperanza de encontrar vida inteligente en algún tugurio en cualquier esquina donde, al menos, oír solo música.

Conclusión: Todo animal de nuestra especie y mismo sexo, el masculino –que no macho de las cañadas- debiere saber que son ellas, las hembras de la especie, las que deciden con quién, cuando, como y donde podemos acercarnos a ellas o, en el mejor de los casos, nos “pasan por su piedra”, nos hacen un favor o incluso si merecemos la pena, para su estudio y disfrute, no permiten pasar un tiempo junto a ellas. Y no pongas trabas que hasta Ana Obregón es capaz de ligar a pesar de su edad y condición física.

Consciente de haber desentrañado uno de los secretos de la especie, solo espero no merecer castigo demasiado duro o, cuando menos, no su desprecio e indiferencia. Ansina que, machos de las variadas cañadas, no os perdáis entre cañaverales insulsos y que vuestras braguetas no os impidan ver su bosque...¡¡ Suerte y que no os pase nada!!... Si os pasa algo, ya veréis que solo pasa lo que ellas quieran que pase, ni mas, ni menos...