Parece mentira como cambia todo en menos de lo que tarda en expirar una vida y, casi sin darme cuenta, he pasado de vivir con María, mi hija, en una casa -a pesar del frío, del hambre, la oscuridad...- a separarme de ella, por cojones y las circunstancias, incapaz de lograr que nadie en mi pueblo me alquilase una vivienda -que eso de no tener nómina y casi ofreciendo un riñón a cambio...-, harto de dar vueltas de un rincón a otro de este mismo pueblo, siempre observado por las gentes desconfiadas que me veían una y otra vez recorrer las mismas calles, de arriba abajo y vuelta, día tras día, sin lograr otra que comprobar como este mismo pueblo, mi Puerto, se cae a cachos entre la desidia de los responsables municipales y la avaricia -que ya te conté- de propietarios a los que poco o nada importa este pueblo, sus gentes o circunstancia alguna.
Y todo, para acabar casi en la calle, peleando ahora con las administraciones locales, provinciales, regionales y nacionales, a través de sus funcionarios, para que entiendan que NO TENGO DIRECCIÓN DE RESIDENCIA. Que mi hija ya no vive conmigo (1) y, por ahora solo mantengo el número del teléfono móvil. Nunca pensé sería tan difícil hacerles entender eso de estar sin domicilio, y menos aún cuando encima te hablan de la Constitución y esos derechos que recogen sobre la vivienda digna, el trabajo... No me jodan...!
Pero amarguras a parte, cansado de luchar contra estos y otros molinos de viento, casi tan canijo ya como el mismo D. Quijote, solo me resta seguir adelante y hacer lo imposible para recuperar a mi hija y, de una puta vez, ser felices, trabajando, con un techo nuestro sobre las cabezas, un rincón para trabajar y aprender de todo cuanto lo ya pasado ha servido para conocer mejor si cabe, a las gentes de este pueblo y a los de otros tantos pueblos como este, demasiado doloridos de otras tantas experiencias como para ahora, sin mas, fiarse del primero que les cuente su historia y les suplique...si, suplicar, ayuda.
Por lo demás, todo bien, manteniendo a mi padre en la inopia, esto es, ajeno a todo cuanto está pasando.. que ya el pasó lo suyo. Aprovechando cada momento para mirar el correo electrónico de siempre y, dando gracias al cielo y a cuantos me están, de una y otra forma, ayudando para no dormir en la calle... sobre todo sabiendo que cada uno tiene lo suyo!
Ansina que después de todo, dando las gracias a Dios por todo lo recibido, seguir en mi pueblo y cuidar de todos cuanto quiero, aprecio y respeto.
(1) Esto lo pongo en negrita para dejar constancia de este echo y, consciente que este caso puede suponer por los 426€ que me ingresaban por tener familia a mi cargo, con lo que pagaba el alquiler, etc. Y resulta que, si omito avisar a la administración de este cambio de situación personal, me puede suponer un marrón de narices... y no estoy para esos colores oscuros. Así que esa fue una de las primeras visitas realizadas a la administración para dejar constancia de estos cambios... aunque en algún caso reconozco he sido incapaz de narrar el caso sin hacer esfuerzos para no reventar a llorar... Te imaginas la escena! Pues constancia dejo y dicho queda...
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Y todo, para acabar casi en la calle, peleando ahora con las administraciones locales, provinciales, regionales y nacionales, a través de sus funcionarios, para que entiendan que NO TENGO DIRECCIÓN DE RESIDENCIA. Que mi hija ya no vive conmigo (1) y, por ahora solo mantengo el número del teléfono móvil. Nunca pensé sería tan difícil hacerles entender eso de estar sin domicilio, y menos aún cuando encima te hablan de la Constitución y esos derechos que recogen sobre la vivienda digna, el trabajo... No me jodan...!
Pero amarguras a parte, cansado de luchar contra estos y otros molinos de viento, casi tan canijo ya como el mismo D. Quijote, solo me resta seguir adelante y hacer lo imposible para recuperar a mi hija y, de una puta vez, ser felices, trabajando, con un techo nuestro sobre las cabezas, un rincón para trabajar y aprender de todo cuanto lo ya pasado ha servido para conocer mejor si cabe, a las gentes de este pueblo y a los de otros tantos pueblos como este, demasiado doloridos de otras tantas experiencias como para ahora, sin mas, fiarse del primero que les cuente su historia y les suplique...si, suplicar, ayuda.
Por lo demás, todo bien, manteniendo a mi padre en la inopia, esto es, ajeno a todo cuanto está pasando.. que ya el pasó lo suyo. Aprovechando cada momento para mirar el correo electrónico de siempre y, dando gracias al cielo y a cuantos me están, de una y otra forma, ayudando para no dormir en la calle... sobre todo sabiendo que cada uno tiene lo suyo!
Ansina que después de todo, dando las gracias a Dios por todo lo recibido, seguir en mi pueblo y cuidar de todos cuanto quiero, aprecio y respeto.
(1) Esto lo pongo en negrita para dejar constancia de este echo y, consciente que este caso puede suponer por los 426€ que me ingresaban por tener familia a mi cargo, con lo que pagaba el alquiler, etc. Y resulta que, si omito avisar a la administración de este cambio de situación personal, me puede suponer un marrón de narices... y no estoy para esos colores oscuros. Así que esa fue una de las primeras visitas realizadas a la administración para dejar constancia de estos cambios... aunque en algún caso reconozco he sido incapaz de narrar el caso sin hacer esfuerzos para no reventar a llorar... Te imaginas la escena! Pues constancia dejo y dicho queda...
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