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2.6.13

... y todo igual, que no peor!


Me suelo acostar cuando el cansancio, llevado de la mano de la que llamamos "caja tonta", casi me hace cerrar los ojos. Justo en ese momento, a la primera caída de párpados, aprovecho el síntoma y me acuesto, logrando incluso, a veces, seguir el proceso normal y dormir. Aunque también te contaré que, por desgracia, es poco, muy poco, el tiempo que disfruto de ese placer del descanso, en la mayoría de ocasiones, despertándome como si alguna mano retorciese mi alma para despertar siempre sobresaltado, como en medio de un terremoto provocado por la angustia.

Cuando pasa esto, me levanto, cuando aún el sol ni siquiera a despuntado, en medio de la oscuridad, a hurtadillas, no se si por no molestar a los que me acompañan o por miedo a despertar a esa mano imaginaria, que parece seguir hundiéndome en esta pesadilla diaria. Me aseo, desayuno (que ya es una bendición...) enciendo el ordenador que me dejó María y busco señal wifi para poder salir al mundo a través de internet.

Compruebo el correo electrónico, siempre esperando esa respuesta a los muchos remitidos como respuesta a trabajos. Compruebo las nuevas ofertas a través de 060, SAE, El Boletín de la Diputación y otras tantas web sobre el tema, para acabar por leer la prensa digital sobre la actualidad local, regional, nacional e incluso internacional. Que para estar al día y no quedarse atrás, siempre es mejor estar informado de cuanto acontece en este momento...

Y, cada día, comprobando que nada cambia..., que los políticos, siguen sin darse cuenta de la gravedad de cuanto pasa, a salvo entre sus escaños, cobrando sus mal abonadas pagas... Que los bancos siguen preocupados de sus ingresos, de sus nuevos productos, de sacar mas de lo poco que aún queda, forzando mas la máquina de un tren que está a punto de descarrilar a tantas gentes ajenos a sus beneficios, elaborado artimañas para seguir teniendo mas beneficios a costa de otras tantas líneas en letra muy pequeña... Que a los empresarios solo les preocupa seguir blandiendo la bandera de sus necesidades económicas, mas crédito donde ellos no son capaces de darlo en forma de confianza a los trabajadores, captando  esclavos baratos, si es posible foráneos, amenazando con cierres, ere´s y suspensiones... Que los sindicatos, ya casi mafias, donde solo ellos, los sindicaleros, son los beneficiarios de esas luchas en pro del mantenimiento de un sistema caduco, antiguo y siempre opaco a los trabajadores... Comprobando este río revuelto está siendo provechoso y beneficioso para algunos, unos pocos, pescadores, maestros del engaño, estafadores, sinvergüenzas, chupa-sangres, que ni siquiera se molestan en dar la cara cuando asestan sus golpes. Siempre escondidos tras el anonimato que les ofrecen otros...

Al seguir comprobando que los medios de comunicación, todos, no son mas que herramientas de unos y otros poderes, grandes grupos de poder, los de siempre, que dirigen a este pueblo como rebaño de ganado descerebrado, loros que no hacen mas que repetir las lecciones del día a modo de titulares o, desviando la atención cuanto interesa en cada momento... Comprobando que la mal llamada justicia, hacedores de sentencias que no de justicia, según leyes de las que solo son marionetas maniobradas desde gobiernos...

Comprobando, en definitiva, que nuestras pequeñeces siguen cada vez mas pequeñas y nuestras miserias mas miserables que nunca, mientras peleamos entre nosotros llevados de falsos litigios impuestos desde esos otros poderes, lo cierto es que dan ganas de gritar aquello de "que se pare el mundo, que yo, me bajo"...

Si no fuera porque tenemos a otros que dependen de nosotros, no tanto económicamente, pero si por dar ejemplo, y debemos seguir en una lucha que, aunque aún no ha comenzado, pronto, muy pronto, seguro dará comienzo y, espero, sinceramente, acabe incluso antes de comenzar o de que la sangre, siempre la nuestra, la de los que al final acabaremos enfrentándonos, siguiendo las ordenes de quién sabe que voz, a salvo quién sabe donde, antes de que la sangre, te decía, llegue al río.


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