Lamentos del Pasado... (Cachos de papel 2) | ParidasMentales Lamentos del Pasado... (Cachos de papel 2): ParidasMentales ParidasMentales: Lamentos del Pasado... (Cachos de papel 2)

30.11.06

Lamentos del Pasado... (Cachos de papel 2)

Aunque no se cuando, estos gritos eran míos, dejados en algún otro cajón y rescatados hoy mismo...

Necesito sacar mi dolor de alguna forma y mientras no lo logre no seré capaz de seguir viviendo. Tanto dolor, tanta amargura, tanta desesperación, rabia, miedo…Miedo! Miedo a no ser capaz de seguir mi vida sin ti. Pánico a cada nuevo día sabiendo que no estarás a mi lado, que nunca más volveré a oír tu voz, a sentirte cerca.

Pero el cielo no me oye, o no me quiere oír. No quiere oír tanto lamento falto de gritos ahogados por el mismo dolor que me pide gritar. Y quisiera morir en este mismo instante sabiendo que el descanso, la paz y el silencio en el vientre de la tierra, quizás calmen este mismo dolor que me está matando sin dejarme abandonar la vida.

Solo pensar que he llegado hasta este pozo empujado por el mismo sentimiento que da la vida. Resulta irónico y cuando llega este momento nos empeñamos en achacarlo al destino, a la misma vida que escribe, describe y decide según su capricho, sin importar nada lo que, como protagonistas de nuestras propias obras, hagamos, digamos, miremos, respiremos, sintamos, temamos, elijamos, deseemos, añoremos, soñemos, anhelemos, esperemos, queramos, busquemos… Ni siquiera el momento de nuestra propia partida y la forma de abandonar esta misma vida.

Y yo ahora, en este mismo momento en el que siento como el corazón golpea tan fuerte contra mi pecho, que con cada latido parece querer salir de él, quisiera simplemente cerrar los ojos, tomar una última bocanada de aire y abandonarme mientras rompo la cadena con esta vida que no quiero vivir.

Más la decisión no es mía y para cumplir este deseo, esta necesidad, tengo que tener el valor que luego tacharan de locura, sin saber qué motivo tan desesperada huida y a la espera de encontrar esa nota donde se exima de responsabilidad a cualquiera que no sea yo mismo y mis circunstancias, calmando conciencias.

Sin embargo estoy seguro que detrás de cada cobarde huida existen manos que empujan hasta el mismo borde de este precipicio, e incluso muchas de estas manos ni siquiera son conscientes de su infame acto y sorprendidos serán los primeros en sentenciarlo con la locura y su cobardía.

Acaso este mismo grito plasmado en unas pocas palabras no sean muestra de cuando ahora mismo, en este mismo instante esta pasando por mi mente, al compás de este mismo corazón que se empeña en destrozar mi pecho. Tanto recuerdo de un ayer tan cercano que muchos no acierto a reconocerlos como vivido o soñado en esos de tantos momentos en los que nos dejamos llevar por la fantasía cogidos de la mano y al ritmo de los mismos pasos.

Tantos recuerdos que no quisiera recordar y sin embargo traigo ante mi por si acaso mi ahora maltrecho corazón de una vez acaba por saltara de mi pecho y me permite el descanso que tanto anhelo y la misma muerte me abrace arrancándome de esta vida, que ya, sin ti, no quiero vivir.

Joder, para gritar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mientras reconozcas estos sentimientos como algo ya ajeno a ti, vas por buen camino. Significa que sigues vivo y que casi es verdad que "el tiempo todo lo cura".