Esta mañana Pipo y yo hemos salido de paseo. En principio se trataba de ir adiestrándolo a caminar por la calle, siempre por el mismo lado, no bajar de la acera sin mi o previa parada, obedecer y mantener una distancia mínima entre el y yo, gracias esto último a una correa de adiestramiento con unos metros determinados que sirven para marcar las distancias máximas entre el y yo, durante cualquier salida o simple paseo.
Pues toda vez que el es sordo, un cachorro y bastante cabezón, el resultado ha sido de lo más prometedor, resumiéndolo en que Pipo ha sabido marcar las pautas del paseo y ahora voy mejor y mas relajado a su lado y a su ritmo. Vamos que he aprendido muy bien a seguir sus pautas. Que remedio!
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