Resumiendo. Hoy, a mi llegada a El Puerto de Santa María, como casi siempre, aparqué la moto donde casi siempre, guardando el casco, sacando el candado, colocándolo donde se debe y sacando la cartera. En esta ocasión –no es la primera- además, por las prisas o mi “ausencia natural”, también me dejé las llaves puestas. Así que con la seguridad de todo hecho, eche a andar, fui donde tenía que ir, hice todo cuanto se suponía tenía que hacer y, una vez regresé a la moto para regresar a Rota, cual sería mi sorpresa al comprobar que no tenía las llaves conmigo –y rebusque hasta decir basta- ni estaban en la moto, ni las habían depositado en la Policía Municipal, ni señales de ellas.
Solo quién ha pasado por algo así sabrá lo que se siente y la cantidad de absurdas ideas o soluciones que se pasan por la cabeza... Pues gracias a unas buenas gentes de este pueblo, mi pueblo, localice las benditas llaves que, alguien observó donde las dejé, en la misma moto, las retiró por si acaso y entregó a un Vigilante Jurado de la Biblioteca Pública Municipal ubicada en la misma calle Larga –en realidad se llama Virgen de Los Milagros-.

Por cierto, hablando de la Virgen de Los Milagros, aprovecho para comentarte que este próximo día 8 de septiembre, se celebrará el día de la Patrona de El Puerto de Santa María, con procesión por la localidad y recuperación de antiguas tradiciones como la ornamentación de algunas calles con alfombras de sal. Espero contarte algo en una de estas letrerías mías!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario