Resultado...

El resultado, después de tender la ropa y comprobarla a la luz del sol, ha sido de lo mas “creativo”...jajajajajajaja...

Las camisetas blancas, digamos, ahora lucen nuevos tonos y colores que, por consuelo, las hacen menos “sosas”. Algunos calcetines gruesos de lana, ahora no son tan grises y, para colmo, los calzones largos -si, calzones largos, por aquello de no pasar demasiado frío en estas “excursiones” de madrugada de El Puerto a Cádiz en la moto “Puchera”- digamos que ahora no “lucen” solo el blanco impoluto de antes.

Total, tampoco ha sido para tanto y, soy algo daltónico, más tonos o nuevos colores en mi ropa interior tampoco me hará mal alguno...no?

Lo único que no acabo de entender y dudo que tenga que ver con “mi tormentosa relación con esta lavadora”, ha sido encontrar entre mi ropa recién lavada unas medias de mujer, tipo “pantis” –creo-. A saber!! -Para tranquilizar a su propietaria, solo comentar que siguen del mismo color-.