Echo de menos tu tacto suave, pesado sobre mi regazo cada vez que exigías mis caricias. Echo de menos tu olor, tu pelo suave, blanco, el movimiento de tu cola exagerado casi como un plumero sacudiendo el polvo por donde pasaba. Echo de menos tu mirada cariñosa, bonachona, inteligente siempre con tu silencio a veces. Echo de menos tu simple compañía, saberte cerca, ausente y siempre, siempre a mi lado.
Echo de menos tus quejas entre sueños y el corretear de tus patas inmóviles, seguro recorriendo todos esos caminos que nunca, ya nunca, recorreremos juntos. Echo de menos tus torpes y acelerados movimientos al moverte entre tanto tiesto, tanto obstáculo para ti, tanto traspiés y tontas caídas por la terraza mojada. Echo de menos tus brutales saludos de bienvenida, entre exagerados saltos, claros gestos y cálidos lametones.
Echo de menos... Te echo tanto de menos que tanto dolor está matando cuanto aprendimos juntos... Cuanto te echo de menos D. Pipo, esforzándome por no romper en este llanto que no se evitar, intentando recordarte sin poder evitar tenerte siempre en mi mente, en mi corazón, en mi alma...
Hasta los mismos gorriones que te robaban del plato han dejado de posarse en la terraza, ya vacía sin ti... Dios mío, cuanto te echo de menos!!
2 comentarios:
yo tambn le echo de menos. pero ten en cuenta k era lo mejor para él.
animate. bss. mj hija.
Te dejo un beso...
Publicar un comentario